Caracas, abril de 2012 |
El barroco en El reino de este mundo
El barroco como movimiento artístico
literario que se manifestó a mediados del siglo XVII en Hispanoamérica adoptó
de España ciertas influencias que, situadas en continente americano tomó un aspecto idiosincrático que define la identidad del
ser latinoamericano.
El barroco hispanoamericano se va a
desarrollar según Diez Echarrri, E y Roca Franquesa, J.M (1960) en la narrativa y
en la poesía bajo “la expresión subjetiva de un individuo que es estimulado por
la vida y la naturaleza”. Esta noción del barroco en Hispanoamérica va a desplazar
las producciones de crónicas y relatos que dan a conocer las hazañas de
nuestros conquistadores que hasta entonces se estaban generando. Tal es el caso de Alejo Carpentier quien en
su obra El reino de este mundo plantea
la visión del mundo haitiano.
Entonces, según Carpentier, como el barroco aborda nuestra realidad cultural, Fernando Burgos (1984) afirma que la manifestación de la realidad cultural en Hispanoamérica va a desempeñar una constante en el devenir de los tiempos o épocas,
señalando las transformaciones que se producen en la sociedad. Por ello, anuncia el carácter cíclico que ofrece una visión de conjunto cuyo punto
expansivo hacia otro ciclo es la interpretación, interacción y participación
del lector como vuelta al goce.
Esta visión cíclica de conjunto se expresa
para Carpentier por medio del viaje en el plano artístico y en el experiencial. En el plano artístico, la narración proyecta
el desplazamiento de una búsqueda en varias dimensiones temporales. Así, en el
“Reino de este mundo” se describen los tres momentos históricos que padeció el
pueblo de Haití en sus distintas manifestaciones de gobiernos; “amos blancos,
amos negros y amos mulatos”. Este paso por distintas etapas de la historia de
Haití hace perder la importancia del funcionamiento lineal del tiempo, pues, ya el mismo personaje
Ti Noel va a representar toda situación espacial, como lo ilustra la siguiente
cita:
Se sintió viejo de siglos incontables. Un
cansancio cósmico, de planeta cargado de piedras, caía sobre sus hombros
descarnados por tantos golpes, sudores y rebeldías. Ti Nohel había gastado su
herencia y, a pesar de haber llegado a la última miseria, dejaba la misma
herencia recibida. Era un cuerpo de carne transcurrida.
Carpentier, A. (2005). p.158
El tiempo
transcurre en Ti Nohel en esos tres momentos por los cuales pasó en el
desarrollo de la historia ; en golpes, sudores y
rebeldías. Es decir, en la dominación, en el esclavismo y en las rebeliones que
él por influencia de Mackandal había iniciado en las distintas monarquías.
En el plano experiencial, se sitúa ese
proceso del escritor cubano que adquiere en su formación como artista. Es aquí
donde incluye la investigación de todos esos rasgos característicos inherentes
a la isla de Santo Domingo; nombres de calles, personajes, documentación
mitológica que se adjudicara a los acontecimientos reales de esa isla, documentación
de las influencias de la Revolución Francesa en los ideales de los personajes para
obtener una visión totalizadora de El
reino de este mundo. De esta forma se puede apreciar que el El Cabo Fracés, lugar donde se situaba la
hacienda de Monsieur Lenormad de Mezy, es un
monumento natural de esa isla; Bockman era un esclavo que traía información de
Francia sobre la declaración de los derechos del hombre; Mackandal liderizó la rebelión contra los colonos
blancos y su figura representaba la fe colectiva que se le tenía a la libertad;
Henry Cristopher era un esclavo liberado que participó por la lucha haitiana,
por la lucha de independencia y que luego se proclama rey de la mitad de la
isla, estableció la monarquía feudalista, la ley Sálica (no permitía dar poder
a las mujeres ni a sus hermanas) y su constitución mitológica.
El
establecimiento de la mitología haitiana hecha por el monarca Hernry Cristopher
y por los esclavos recién llegados de otros países, pareciera ser el punto
clave que deja comprender la visión vudista africana y su incidencia en la
revolución contra los blancos:
Un día daría la señal del gran levantamiento,
y los Señores de Allá, encabezados por Damballah, por el Amo de los Caminos y
por Hogún de los Hierros, traerían el rayo y el trueno, para desencadenar el
ciclón que completaría la obra de los hombres. Carpentier, A.
(2005). p. 45.
De modo que la
religión Vudú y todos aquellos datos referidos anteriormente rebelan la
realidad cultural de Haití, descritos desde el plano narrativo y experiencial
del autor. Este hecho va a permitir que
la obra sea considerada como manifestación del barroco hispanoamericano,
realzando la visión de América y, reconociéndonos ante el mundo.
Fuente:
Burgos, F. (1984). La elección barroca en la obra de Carpentier. Escritura, IX. 17-18. Caracas.
Diez Echarrri, E y Roca Franquesa, J.M. (1960). Historia general de la literatura española e hispanoamericana. Edit. Aguilar. Mdrid.
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